Alexis Donoso González
De cuentos para niños
La muerte del padre
Después de enterrarlo en el patio, nos miramos a los ojos y sin decirnos nada nos abrazamos como nunca antes, no cupía una palabra en ese espacio, decir alguna, hubiese sido mentirnos; sabíamos que la misma sensación de haber perdido y habernos liberado de algo nos invadía, una sensación extraña mezcla de pavor y a la vez como sexual, placer implícito, había en aquel acto de dar muerte a ese otro del que tanto anhelábamos su desaparición; la que pensábamos acabaría con gran parte de nuestras rabias y resentimientos. Finalmente nada de esto pasó, lo que sí sucedió es que desde ahí en adelante fuimos menos ansiosos, no sé si más felices, menos ansiosos sí, no sé si más felices.
martes, 9 de octubre de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario