jueves, 17 de mayo de 2007

La hija del carnicero de Vanessa Martínez

A veces colgados de brazos,
las venas excitadas,
no hay sangre en tu poesía.

derrochada en letrinas,
no querías ver bajo el agua
el infierno de tus sábanas,
las marcas ni se borran.

nunca me importaron las llamaradas de valor
y solo hoy
el tiempo del oro
nos da fortaleza.

nunca llegar a casa.

anfetas para poder cruzarla y ordenarla
robando al amor,
mejor comprándolo,
nada más seguro y torturador que volver al agua,
y seguir ardiendo a vapor;
ahora sí avanzo,
me escabullo
y te encuentro debajo de otros cuerpos.

transpiración entre vodka, vino, segregación
y el olor de un animal muerto que nos delata;
rapiñas a carroñear
es la hora de cenar
un plato tibio
para mi pequeño híbrido.


******



Quiero el calor del plexo que marca sudor
mientras detrás reposa la contranatura,
algo en lo que la mujer se construye constantemente
un género
para su
masculino femenino.


******


No quiero pensar que todo lo que late se deforma en mí.

no quiero pensar lo que ignoro.

no quiero que creen más historias
tan inciertas como yo.

******
Vanessa Martínez
-------------------
Lima - Perú

No hay comentarios: